Consejos

Lo más importante: Antes de comenzar a realizar cualquier actividad física, recuerda consultarlo siempre con tu médico.

La primera recomendación que te hacemos es que no te limites solo a realizar ejercicios sentado, a menos que no sea posible. Por ejemplo, realizar deporte en la piscina ofrece muchos beneficios: se trabajan todos los músculos del cuerpo y aumenta tu fuerza y tu resistencia. Además es una de las opciones que se usan para la rehabilitación física y mental.

Como ya sabes el estar en posición vertical, es decir de pie, ofrece muchos beneficios a nuestro sistema. Por lo tanto, si se tiene la capacidad de ponerse de pie, se debe hacer varias veces al día indiferentemente de que realice algún deporte y, por supuesto, en el caso de que sea posible.

Al igual que al iniciar cualquier otra actividad, para empezar a hacer deporte tienes que tener en cuenta tu nivel y forma física actual. Empezarás de menor a mayor. ¡Irás mejorando antes de lo que esperas!

Lo más difícil al empezar a realizar algún ejercicio es, sin duda alguna, la motivación. Todos comenzamos con muchas ganas los primeros días, pero poco a poco estas ganas van disminuyendo, hasta que finalmente dejamos de realizarlo. Aquí te dejamos algunas pautas para que esas ganas no se vayan:

– Guarda 1 o 2 horas libres al día para realizar estos ejercicios, de esta forma en ese intervalo no tendrás otra cosa planeada y no tendrás que renunciar a nada. Además, es una buena manera de que poco a poco se convierta en parte de tu rutina diaria.

– Piensa en los beneficios que te va a ofrecer el realizar ese ejercicio.

– Realizar deporte en compañía también ayuda a la motivación. Es una de las razones por las que los deportes de equipo tienen tanto éxito.

– Además de todo esto, realiza siempre un ejercicio que te guste y, por supuesto, que puedas realizar sin dificultad.

Tipos de ejercicios

A continuación, vamos a contarte todos los ejercicios que puedes realizar desde tu silla de ruedas. Sin olvidarnos de lo más importante, el calentamiento.

Calentamiento

Es muy importante que antes de empezar a realizar cualquier ejercicio hay que calentar. Igual de importante es hacerlo antes de realizar ejercicios en tu silla de ruedas. Esto cobra más importancia aún, si esos músculos llevan algo de tiempo sin actividad.

Realiza estiramientos de brazos, por ejemplo: levanta un brazo y flexiónalo hasta detrás de la cabeza y haz lo mismo luego con el otro brazo. Si no llegas, hazlo hasta donde llegues, nunca lo fuerces.

La tendinitis es muy usual en los atletas en silla de ruedas, por esto es tan importante que estiremos bien los músculos.

Ejercicios de Resistencia o Cardiovasculares

Estos ejercicios son aquellos que aumentan el ritmo cardiaco y elevan la resistencia. Un buen ejemplo de ello es el aerobic. Te estarás preguntando, ¿desde una silla puedo realizar aerobic? ¡La respuesta es SÍ! Además, con el ejercicio aeróbico se disminuye el dolor de la columna y ayuda a mantener una buena postura.

Otra de las formas más habituales de realizar ejercicios de resistencia es el uso de cintas flexibles. Puedes usarlas para fortalecer los brazos e incluso para dar movilidad a las piernas. Estas bandas puedes usarlas de muchas maneras, busca la forma que más te beneficie y la que te resulte más cómoda. Puedes seguir los consejos de tu médico o de tu fisioterapeuta.

Ejercicios de Fuerza

Estas actividades ayudan a mejorar la tonalidad muscular.

Los ejercicios de fuerza que puedes realizar son múltiples, a continuación, te explicamos los más comunes:

– Pesas: Levanta peso con los brazos. Si las pesas te resultan muy pesadas o simplemente no tienes a mano, no te preocupes, usa algún objeto que tenga el peso deseado: botellas de agua pequeñas, tarros de alimentos, etc.

– También puedes tirar y coger una pelota. Si quieres que tenga más peso, una buena opción sería una pelota medicinal pequeña.

– Flexiones de brazos – Push-Ups: Coloca los brazos en los reposabrazos y eleva tu cuerpo del asiento unos centímetros. Es muy importante que estés seguro de que los reposabrazos pueden soportar ese peso. En el caso de que no tengas la seguridad, no te preocupes, puedes realizarlas colocando tus manos a ambos lados de tu glúteo.

Este último ejercicio está indicado para personas que ya tengan un cierto tono muscular. Se trata de una actividad que necesitan más esfuerzo, por lo que si no estás preparado puedes hacerte daño.

Recuerda siempre poner los frenos a tu silla antes de realizar cualquiera de estos entrenamientos.

Por supuesto, no olvides realizar un calentamiento antes y después de realizar estos ejercicios.

Ejercicios de flexibilidad

Este tipo de ejercicios ayudan a reducir la rigidez y el dolor de ciertas partes de nuestro cuerpo. También es muy beneficioso para mejorar la movilidad. Aquí se incluyen los ejercicios de estiramiento.

En estos ejercicios también se incluirían yoga, pilates o thai chi en posición sentado. Dichas modalidades mejoran la elasticidad y la postura, pero además aportan grandes beneficios mentales: paz interior, ayudan a liberar el estrés, mejoran la concentración y aumentan la energía, entre otros.

Esperamos que te hayan servido de ayuda nuestros consejos y que a partir de ahora incluyas algo de deporte en tu rutina.